Por John A. Tvedtnes
Una cierta cantidad de documentos antiguos tanto judíos como cristianos tratan de elementos encontrados en los modernos templos SUD. Como tales, son una confirmación de la antigüedad de nuestro ritos del templo El volumen de información es tal, que no es posible discutir todos los aspectos en este breve documento. Además, existe una cierta cantidad de artículos que se refieren a la temática, escrito por investigadores SUD tales como Hugh Nibley, John M. Lundquist, Donald W. Parry, Stephen D. Ricks, y Matthew B. Se Doran.
A manera de ejemplo, déjenme señalar que yo, de manera particular , hasta la fecha, he encontrado quince documentos cristianos antiguos que hablan del bautismo por los muertos, junto con varios textos Mandeistas, así como textos judíos. Esta información será incluida en mi artículo "Baptism for the Dead in Early Christianity," programado para publicarse a más tardar año en otro volumen de FARMS.
La iniciación
En mi "Olive Oil as a Symbol of the Holy Ghost" previamente publicado y en "Temple Clothing in Bible Times," discutí la naturaleza iniciática del lavamiento, el ungimiento, y la investidura, los cuáles son conocidos tanto en las iniciaciones sacerdotales como en las de la realeza. Estos tres elementos son encontrados en la ordenación sacerdotal de Levi, descrito en un Texto procedente del segundo siglo AC conocido como “Testamentos de los Doce Patriarcas”:
“Y vi a siete hombres vestidos con ropas blancas, quienes me dijeron 'Levántate, ponte los ornamentos del sacerdocio, la corona de rectitud, el oráculo de la comprensión, la túnica de la verdad, el pectoral de la fe, la mitra para la cabeza, y el delantal para el poder profético.' Cada uno llevaban uno de estos y los pusieron sobre mí y me dijeron, ' De Ahora en Adelante serás un sacerdote, tú y toda tu posteridad.' El primero, me ungió con santos óleos y me dio un nombre personal. El segundo me lavó con agua pura, me alimentó de su mano con pan y vino sagrado, y puso en mí una vestidura sagrada y gloriosa. El tercero, poso en mí algo hecho de ropa blanca, como un ephod. El cuarto acomodó. . . Alrededor de mí una faja como de púrpura. El quinto me dio una rama de oliva. El sexto colocó una corona de flores en mi cabeza. El séptimo colocó la diadema sacerdotal sobre mí y llenó mis manos de incienso, a fin de poder ejercer las funciones de sacerdote para el Señor Dios. (El Testamento de Levi 8:2-10.)
El trasfondo sagrado de esta ceremonia se refleja también en la historia de la ascensión de Enoc al cielo encontrado en la versión medieval de Enoc 22:8-10 2:
“Y el Señor dijo a Miguel, " Has venir a Enoc y despójalo de su ropa terrenal, Y úngele con mi aceite sagrado, y cámbialo con las ropas de mi gloria". Y así es que Miguel hizo, tal como el Señor le había dicho. Él me ungió y él me vistió. Y la apariencia de ese aceite es mayor que la máxima luz, y su ungüento como rocío dulce, y su fragancia como mirra; Y es como rayos del sol brillante. Y me miré, y vi que era como uno de ellos.
Encontramos un relato paralelo en 1 Enoc 71:3, escrito en el segundo siglo D.C., en él encontramos a Enoc declarando:
"Y el ángel Miguel, uno de los arcángeles, agarrándome de mi mano derecha y levantándome, me guió en todos los secretos de la misericordia; Y él me mostró todos los secretos de la rectitud".
Existen relatos que son reminiscencias de un texto judío medieval atribuido al Rabí judío Akiba que vivió en el Siglo segundo DC, en el cual, declara que en el día de la redención, el Señor está sentado en el Paraíso explicando la torah cuando él oye voces del Gehenna contestando, "amén". En respuesta, él envía a los ángeles Miguel y Gabriel con las llaves para abrir las puertas del Gehenna y sacar a estas almas arrepentidas. El texto continúa así:
¿Qué, hicieron luego, Miguel y Gabriel? En esa hora agarraron la mano de cada uno de los malvados y los levantaron como un hombre que cuida de su prójimo y lo saca de un hoyo. . . Y Gabriel y Miguel permanecieron. . . Y cuando alcanzaron la entrada del paraíso terrenal, Entraron primeramente Gabriel y Miguel y pidieron consejo al Muy Santo, y dijeron “bendito sea él”, Como respuesta Él los miró y les dijo "Déjalos entrar y que vean mi Gloria". (Midrash di Rabbi Akiba.)
Ropas Sagradas
En la Cristiandad de los primeros siglos, después de la apostasía, la iniciación relacionada con el templo eventualmente se anexó con la iniciación bautismal, lo cual incluyó tanto los lavamientos como el ungimiento con aceite, junto con el vestir ropas blancas y algunas veces la recepción de un nombre nuevo. Así, en los Hechos de Tomás 157, se lee que el apóstol le dio a Mygdonia instrucciones de desnudar a sus hermanas y de poner sobre ellas" fajas" , después de lo cuál él las bendijo con aceite de olivo y ungió a cada una de las hermanas, luego le dijo a Mygdonia que así hiciese con las demás. Él luego los metió al agua y las bautizó. En otro pasaje (los Hechos de Tomás 5), el apóstol unge la parte superior de su cabeza, los orificios de la nariz, sus orejas, sus dientes, y el área alrededor de su corazón.
Especialmente significativos a este respeto están las cinco homilías catequísticas dadas por el obispo San Cirilo del siglo IV dirigidas a los cristianos recién bautizados. En la primera homilía (19:10-11), él habla de los conversos estando "vestido en la prenda de salvación, aun Jesús Cristo". Y les recuerda lo siguiente:
"estas cosas se hicieron en la cámara exterior. Pero si Dios lo permite, cuando en las subsiguientes homilías en los Misterios hemos entrado en el lugar Santísimo, nosotros allí sabremos el significado simbólico de las cosas que allí se realizan".
En la segunda homilía (20:2-4), él les recuerda a sus oyentes que:
"esas cosas, que se hicieron por usted en la cámara interior, fueron simbólicas. Tan pronto, como ustedes entraron, se quitaron su túnica; Y ésta fue una imagen de abandonar al hombre viejo con sus acciones. Habiéndose despojado de sus ropas, estuvieron desnudos. . . Luego, cuando ustedes fueron desnudados, fueron ungidos con aceite santificado, desde los mismos cabellos de su cabeza hasta sus pies, y de esta manera se hicieron participes del buen olivo, Jesucristo. . . Después de estas cosas, ustedes fuera guiados a la pila sagrada del Sagrado Bautismo".
En la tercera homilía(21:3-4, 6), él explica que la unción es simbólicamente aplicado en la frente y en "sus otros sentidos”;
Y mientras el cuerpo está ungido con el ungüento visible, el alma es santificada y vivificada por Espíritu Santo... Y ustedes fueron primero ungidos en la frente. . . Luego en sus orejas; A fin de que sus oídos se den prisa para oír los Misterios Sagrados. . . Luego en las entradas de la nariz...
Después en su pecho, luego él señala que “los que son ungidos, lo son para llegar a ser sumos sacerdotes y reyes”
Es decir, sugiere que el iniciado se convierte en un sacerdote y rey.
En el cuarto sermón dice "Deje sus prendas de vestir estar todo el tiempo blancas "(22:8), Cirilo se refiere a Eclesiastés 9:8"; En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza. y agrega," Pero ahora, después de haberse quitado sus prendas de vestir viejas, y ponerse estas que son espiritualmente blancas, usted debe estar continuamente cubierto con una túnica blanca: Por supuesto que no queremos decir con esto, que usted siempre va a traer puesto el vestido blanco; Pero usted debe estar vestido en las prendas de vestir que son verdaderamente blancas y brillantes y espirituales ".
La iniciación como rey y sacerdote (o como obispo), aun en nuestro siglo, también involucra el recibir un nombre nuevo. Ciertamente, la investidura asociada con la adquisición de un nombre nuevo durante los ritos iniciáticos es comín en muchas culturas, como aprendí al trabajar en mi postgrado en antropología. Sin embargo existe información adicional que podría ser añadida a lo que ya ha sido publicado, me refiero al excelente estudio hecho por Bruce H. Porter y Stephen D. Ricks en este tema. Aquí simplemente agregaré una referencia de los Mandeístas, una comunidad religiosa de Irak e Irán que reclama ser descendiente de los discípulos de San Juan Bautista. Aquí abrimos comillas del documento conocido como Diwan Masbuta D Hibil Ziwa ("el Rollo de Papel del Bautismo de Hibil Ziwa"), lo cual se refiere a los sellos, los apretones de manos (llamado en el Mandeismo ku ta), y los nombres:
“Y los reyes (cada uno) tomaron ku ta con él y confirieron en él una cierta cantidad de su gloria (los espíritus). Le dieron siete revestimientos y le sellaron con un primer sello; Su nombre, un nombre secreto, estaba grabado por consiguiente. Luego (le sellaron con) un segundo sello, "El sello-Makšiel" fue grabado por consiguiente. (Luego) un tercero; Su nombre fue "que le proteja Zarziel" y un nombre secreto fue agregado por consiguiente. El cuarto sello, "Gran Luz" fue grabado por consiguiente, un nombre secreto. El quinto sello, "Luz" fue grabado por consiguiente, un nombre secreto. ¿El séptimo sello, "el Nombre de la Vida"fue grabado por consiguiente (y?) "Radiante," un nombre secreto.”
El Apretón de Manos
El Apretón de Manos o el asir de las manos para revelar secretos son conocidos en un buena cantidad de documentos antiguos Aquí, examinaremos simplemente unos cuantos. En uno de los documentos del cristianismo Gnóstico del siglo V encontrados en Nag Hammadi, Egipto en 1945, en el Segundo Apocalipsis de Santiago (V, 4), Jesús le dice al apóstol que él le revelaría las cosas verdaderas, luego Jesús le dice " Extienda su mano. Ahora, sujéteme".
Uno de mis pasajes favoritos es encontrado en la pseudepigráfica de José y Aseneth, lo cual ha sido fecha diversamente entre 100 AC y 200 D.C.:
“Y Levi estaba en la derecha de Aseneth (a lado) y José a la izquierda( de ella). Y Aseneth asió la mano de Levi. Y Aseneth amó a Levi mucho más que ha todos los hermanos de José, porque él fue quien la selló a él en la presencia del Señor, y él fue un hombre de prudente y un profeta de lo Más Alto y de vista aguda con sus ojos, y él soliá ver letras escritas en cielo por el dedo de Dios y él supo lo indecible (los misterios) del Más Alto Dios y los reveló a Aseneth en secreto, porque Levi, amaba a Aseneth muchísimo, y quería ver a ella tomar su lugar en lo más alto, y sus muros como las muros eternos , y y sus fundamentos como la roca del séptimo cielo”. (José y Aseneth 22:12- 13.)
El apretón de manos juega un papel en una historia Etiope Cristiana que narra el conflicto entre Adam y Satanás(70:11-16).
“Y Satanás se apareció ante la primera pareja en la apariencia de un ángel y quiso que Adán jurara que él recibiría la palabra de Dios por medio de él. "Luego Adán dijo, ' no sé cómo jurar y prometer.' Y Satanás le dijo a él, “Extiende tu mano, y pónla dentro de mi mano.' Luego Adam tendió su mano, y la metió en la mano de Satanás; Cuando Satanás le dijo, ' Mira, ahora – así como el verdadero Dios vive, piensa, y habla, quien levantó los cielos en el espacio, y estableció la tierra en las aguas, y me ha creado fuera de los cuatro elementos, y del polvo de la tierra - no quebrantaré mi promesa, ni renunciaré a mi palabra.' Y Adán juró así ".
Las Palabras Secretas
Muchos de los primeros Padres de la Iglesia escribieron sobre misterios y enseñanzas secretas. Simplemente listar todas las referencias nos tomaría más tiempo del que podemos disponer. Así que concentrémonos en algunos pasajes que tratan sobre este asunto. En los Testamentos de los Doce Patriarcas, nos encontramos con que Judá, hijo de Jacob (Israel), dos veces quebrantó su voto de secretismo como resultado de la ebriedad.
Él le advirtió a sus hijos, "los misterios de Dios son revelados por el vino del hombre, tal como revelé a la mujer cananea los mandamientos de Dios y los misterios de Jacob, mi padre, los cuáles Dios me había dicho que no revelara” (Testamento de Judá 16:4).21 Judá también discute su enlace adúltero con su nuera Tamar, quien se había disfrazado de una ramera (Génesis 38:13-26). Al descubrir embarazo, Judá estaba a punto de castigarla cuando ella le presentó a él ciertas pertenencias que él había dejado con la "ramera," y él las reconoció. Pero ella aparentemente le dio a él aún otro signo:
" La llamé y oí las palabras habladas en un misterio, cuándo estaba borracho y acostándose con ella. Así es que no la podría matar, porque estaba del Señor " (Testamento de Judá 12:6).
Los Hechos de Tomás tienen varios pasajes que parecen aplicarse a los ritos del templo, una cierta cantidad de la cual ya hemos visto. En un pasaje, el apóstol tiene la posibilidad de orar y dice:
"Tú Señor eres quien revela los misterios ocultos y manifiestas las palabras que deben ser dichas en secreto". (Hechos de Tomás 10)
En una oración subsiguiente, él comienza diciendo:
"Jesús, tú has mostrado a nosotros muchos misterios; Me has llevado aparte de todos, has enseñado las palabras y frases que debo guardar en mí, palabras por medio de las cuales soy exaltado, y no puedo hablarlas con otros" (Hechos de Tomás 47).
El el siglo segundo un escritor cristiano llamado Hipólito escribió contra el "hereje" Basilides y contra "los punto de vista" de Isodorus ya que éstos últimos decían "que el apóstol Matías les comunicó a ellos los discursos secretos, el cual, estando especialmente adiestrado, él escuchó del Salvador".
El Círculo de Oración
El Círculo de oración es también conocido en antiguos textos cristianos, y ha sido discutido ampliamente por otros. En mi "Temple Prayers in Ancient Times," que aparecerá el año siguiente en FARMS Temples volume, discuto otros aspectos de la oración en el antiguo templo, en particular la postura y la forma en que la oración abre el velo para permitirle uno disfrutar la presencia de Dios.
Es particularmente impresionante las descripciones del círculo de oración encontradas en las obras Gnósticas cristianas conocidas como la Pistis Sophia y los Libros de Jeu, que se piensan datan del segundo siglo. En 1 Jeu 41, el Cristo resucitado dice la los doce: “Rodéenme a mí, todos ustedes.'"luego Él les ofrece darles la misma gloria que el Padre le ha proporcionado y ofrece una oración. Al final de cada expresión de la oración, los apóstoles, al unísono, repitieron, " Amén. Amén. Amén ".
Una de las descripciones más notables está en el quinto libro de la Pistis Sophia, donde encontramos a Jesús frente al altar orando, rodeado por sus apóstoles y sus mujeres y los discípulos son vestidos con prendas de lino (Pistis Sophia 138). Un breve tiempo después, Jesús les ordena a los discípulos que bendigan y repartan el vino y el pan. Él luego se levanta antes de que terminen, y con los discípulos ya vestidos con sus ropas de lino confeccionadas de manera exquisita, el extiende sus manos para orar y ellos le siguen en la oración frente al altar (Pistis Sophia 142).
Encontramos otro relato similar en el documento copto, 2 Jeu 45-47, dónde Jesús tiene a los discípulos y sus mujeres y les viste de prendas de vestir de lino y ellos hacen un círculo mientras él presenta las ofrendas en el altar y ora. La escena es seguida por las instrucciones de Jesús en cómo pueden usar los discípulos los signos y nombres para pasar al lado tanto de los dioses como de los ángeles para ser introducidos en la presencia del Padre (Jeu 2 48-50). En 1 Jeu 41, Jesús se encuentra rodeado de los doce mientras él ora y ellos repiten después de él. En los siguientes capítulos (Jeu 2 42-43, en vez de Jeu 1), Jesús pide que los doce y sus mujeres le rodeen para que él les puede enseñar los misterios de Dios. El texto a continuación es un debate de signos, sellos, y cómo pasar al lado de los guardianes en los velos para entrar en la presencia de Dios.
Pasando A los ángeles
Un buena cantidad de otros antiguos documentos también discuten sobre guardianes en los velos celestiales. Para colocar a estos antiguos testigos en la perspectiva, debemos notar la definición de la investidura tal y como fue dada por Brigham Young:
“Su investidura consiste en recibir todas esas ordenanzas en la Casa del Señor,
que son necesarias para usted, después de que ha partido de esta vida, para permitirle caminar de regreso a la presencia del Padre, pasando a los ángeles guardianes quienes como guías, que están habilitados para darles las palabras claves, los signos y las señales, relacionados con el Santo Sacerdocio; y para obtener su exaltación eterna a pesar de la tierra y el infierno” (Journal of Discourses 2:31,).
El presidente Young habló sobre tema varias ocasiones, así como lo hicieron una cierta cantidad de los otros apóstoles en su día. que El Señor también le señaló a José Smith que quienes entran en el matrimonio eterno, si permanecen dignos, pasarán al lado de los ángeles, y los dioses, que estuvieran allí, para recibir su exaltación y se gloriaran en todas las cosas, que han sido selladas en sus cabezas, cuya gloria será una plenitud y una continuación de las simientes para siempre jamás" (D y C 132:19).
Los guardianes de las entradas celestiales o los velos son mencionados en varios textos antiguos. El escritor cristiano del tercer siglo, Origenes, reparó en que los Gnósticos Orphianos creyeron que siete arcontes protegían las puertas por las cuales el alma asciende al cielo (Contra Celsum 6:24-38) . De acuerdo con 3 Enoch 18:3-4, 5 un ángel protege cada uno de las puertas de los siete palacios celestiales. Los ángeles que protegen las puertas de cielo son mencionados en 3 Enoch 18:3; el la Crónica de Jerahmeel 18:1, cf. 20:1-2; Y Hekalot Rabbati 22:1. Los guardas de las puertas de los eónes son también mencionados en Pistis Sophia 32, mientras Pistis Sophia 86 hace destacar los nueve guardianes de la Cámara de la luz, el cual es el más alto de los cielos en el conocimiento general y popular sobre este tópico en los gnósticos. Aun la Biblia señala que doce ángeles protegen las doce puertas de la Jerusalén celeste.(Apocalipsis 21:12-13) A este respecto, estos porteros celestiales son comparados con los sacerdotes Leviticos (los siervos) que prestaron servicio en el tabernáculo y en el templo.
El papel de los guardianes celestiales, a menudo llamados "tronos" porque están algunas veces descritos como encontrándose sentado sobre el trono, tal y como se señala en el Apocalipsis de Elías 1:7-11 , un texto del Tercer siglo:
" Por consiguiente conviértase en hijos para él, a fin de que él sea un padre para ustedes. Recuerden que él ha preparado tronos y coronas para ustedes en el cielo, y ha dicho, ' Todo el Mundo que me obedezca recibirá tronos y las coronas entre aquellos que son míos.' El Señor dijo, ' escribiré mi nombre en su frente y yo sellaré su mano derecha, y no tendrán hambre ni tendrán sed. Ahora, por lo que respecta a los pecadores, serán avergonzados y no pasarán por los tronos, sino que los tronos de muerte los agarrarán y predominarán sobre ellos porque los ángeles no estarán de acuerdo con ellos ".
En uno de los textos de Nag Hammadi (el Segundo Tratado del Patriarca Seth), Jesús promete que aquellos que le aceptan pasarán por cada puerta sin temor y serán perfeccionados en la tercera gloria".
Epiphanius, un obispo del cuarto siglo de Chipre, refiriéndose al Evangelio de Felipe cita:
"el Señor reveló en mí lo que el alma debe decir a los guardianes celestiales para ser levantado al cielo, y cómo debe contestar a cada uno de los poderes que están por encima mí" (En contra de los Herejes 36:13).
En los capítulos 33-40 de 1 Jeu (texto copto) se describe cómo instruyó Jesús a los apóstoles enseñándoles los sellos, nombres, y signos (con la mano derecha) que deben usar para instigar a los "vigilantes" o guardianes de los diversos cielos, para abrir los velos y consentirles entrar.
El relato en 1 Jeu 33 es típico. Usa espacios vacíos y códigos de número para encubrir material que no debería revelarse.
“Cuando usted llegue a este lugar, séllese con este sello: Éste es su nombre: . . ., ¿Mientras la cifra 70331 (?) está en su mano. Además diga este nombre. . . Tres veces, y los vigilantes y los velos serán echados hacia atrás, hasta que usted vaya al lugar de su Padre y él lo permita (entonces usted dará su sello y su nombre) y atravesará el velo y entrará a la cámara santísima.
Otro pasaje revelador es encontrado en 1 Jeu 49:
“Pero cuando usted llegue a los arcángeles del sexto eón, ellos le restringirán hasta que usted reciba el misterio del perdón de los pecados, porque es el gran misterio que está en la cámara más íntima entre las íntimas. . Y es la salvación entera del alma. Y todos esos que recibirán ese misterio pasarán por todos los dioses, y todas los regentes de estos eónes, los cuáles son los doce eónes del Dios invisible, pues éste es el gran misterio de lo sin par que está en la cámara más íntima entre las íntimas. Ahora por esto, cada hombre que crea en el Hijo del Dios de la Luz debe recibir el misterio del perdón de pecados, a fin de que él sea completamente perfeccionado e instruido en todos los misterios. . . No obstante cuando las sendas sean purificadas le daré el misterio del perdón de pecados, y sus señas y sus sellos y sus signos y sus decodificaciones. Ustedes , mis discípulos, si ustedes los recibirán y les parecerá que sus cuerpos se convertirán en luz pura. Y usted se adelantarán arriba uno tras otro, e irán hacia adelante por los lugares en los cuales todos los eónes están repartidos, hasta que no haya ninguno en las sendas, hasta que usted alcance la Cámara de Luz. Luego los vigilantes de las puertas de la Cámara de la Luz le pedirán que muestre el misterio del perdón de pecados que usted ha recibido y sus señales y todos sus mandamientos. Y verán el sello en sus frentes, y verán los signos en sus manos. Luego los nueve vigilantes le abrirán las puertas de la la Cámara de Luz, y usted entrará en dicha Cámara. Los vigilantes no hablarán con usted, pero le darán el significado de los sellos y su misterio.
La mayor parte del capítulo 50 contiene una lista de los diversos individuos que darán al participante sus sellos, misterios, y el nombre que debe de dar en la Cámara de la Luz. Referente al destino del alma, el texto dice:
“Otra vez usted entrará a su interior a el orden dede los velos que se están delante del gran gobernante (el rey) de la Cámara de la Luz. Le darán su gran misterio y su sello y el gran nombre de la Cámara de la Luz . Y estarán echados hacia atrás hasta que usted cruce al otro lado y pase entre ellos, hasta que usted alcanza al gran hombre, él que es el gobernante (el rey) de esta Cámara de la Luz , quién es aquel cuyo nombre es Jeu”.
En uno de los textos Nag Hammadi, el Apocalipsis de Pablo (V, 2) 23, encontramos al apóstol frente a los ángeles que están en las puertas de cada uno de los diez cielos, las cuáles se han abierto porque él está acompañado por el Espíritu Santo. Cuando él logra llegar al séptimo cielo, encuentra al Anciano de Días el cual le hace preguntas. El Espíritu instruye al apóstol, "Dele el signo que ha recibido, y él le dejará pasar.' Y luego que le di a él el signo... el séptimo cielo fue abierto ".
En un texto Mandeísta acerca del ascenso del alma por las regiones de la luz, le es dicho al alma:
"¡Oh Alma! ¿Deseas ascender por las regiones de la Luz, a fin de heredar la Vida grande y sublime, entonces por qué lloras? Da el nombre y el signo que recibiste en las ondas del agua ".
La cultura judía sobre este mismo tópico, nos ofrece una similar. En Hekalot Rabbati 17:1-20:3, el experto atraviesa las siete puertas de los siete templos celestiales, después de pasar por los ángeles cuyo nombre él debe conocer, al final debe presentar un sello, para entrar en la presencia de Dios. Los nombres y sellos dados a los ángeles son también mencionados en 3 Enoc 48D:5.
En el Pistis Sophia, el Cristo resucitado señala cómo, cuando él provino de cielo, "los cielos fueron abiertos" (Pistis Sophia 4). Durante la ascensión después de la resurrección, el llega a la primera puerta de la primera esfera, las puertas son abiertas y los habitantes de la esfera ven "el misterio de su nombre" en sus ropas y le dejan pasar (Pistis Sophia 12). Lo mismo ocurrió en la segunda esfera (Pistis Sophia 13). Cuando él ascendió por las puertas y los velos de los doce eónes, todos fueron abiertos para él (Pistis Sophia 14). Él luego ascendió a los velos del treceavo eón, el cual se abrió para él (Pistis Sophia 29).
Una historia similar es encontrada en el relato de una visión del profeta Isaías que se cree fue escrita a mediados del siglo segundo DC. En él nos enteramos de que Jesús tuvo que darle las contraseñas a los ángeles mientras se descendía a través de los siete cielos para nacer en tierra:
Y los que guardan la puerta del (tercer) cielo exigieron la contraseña, y el SEÑOR se (las dio) a ellos a fin de que él no fuera reconocido. . . Y otra vez vi cuándo él descendió al segundo cielo, que no obstante él les dio la contraseña, pues ellos mantenían las puertas cerrabas y le demandaban las palabras claves (a él), y el SEÑOR se las (dió). . . Y otra vez vi cuándo descendió al primer cielo, que allí él les dio la contraseña a ellos que guardan las puertas. . . Y otra vez él descendió al cielo donde el príncipe de este mundo mora, y él le dio la contraseña a los ángeles que guardan la tierra. . . Y vi cuándo descendió él y se vió obligado a dar gusto a los ángeles del aire. . . pero cuando vino el Enemigo de la Justicia Él no le dio la contraseña (Martirio y Ascensión de Isaias 10:24-25, 27, 29, 31) .
En algunas antiguas historias judías, el individuo que se asciende hacia el cielo es desafiado por uno o más ángeles que amenazan con matarle, pero es entonces rescatado. Así, el Rabí Ismael comentó que que cuando Enoc llegó al palacio celestial, los ángeles estaban a punto de echarle fuera, pero Dios envió al ángel Metraton. "Él me asió con su mano delante de sus ojos y dijo Venga hacia mí, ' Sea bienvenido en la paz y en la presencia del Rey exaltado.” (3 Enoc 1:1-5).
En el texto judío llamado Zohar, que fue compilado el el siglo XIII pero que contiene elementos tomados de fuentes anteriores, encontramos que en él Zohar Leviticus 78b dice:
“Bendito es el justo en este mundo y en el venidero, porque Dios quiere honrarlos y les revela a ellos secretos profundos del Nombre Santo que él no le revela a los santos celestiales (los ángeles). Y por eso Moisés pudo coronarse entre esos santos y ellos no pudieron tocarle, aunque son como unos carbones y llama muy caliente de fuego. Pues no había otra manera por la cual pudiera Moisés haberse levantado entre ellos. Cuando Dios comenzó a hablar con Moisés, el le dio a conocer los nombres sagrados, revelados y sin revelar, cada uno con su signo y seña, y así él se acercó y aprendió más que cualquier otro hombre. Cuando Moisés entró en la nube y vino entre los ángeles, uno llamado Gazarniel vino a él en medio de llamas como de fuego, con ojos y alas muy candentes, y trató de herirle. Luego Moisés mencionó un cierto nombre sagrado que se componía de doce letras, y el ángel estaba muy confundido; Y así como hizo con él, hizo con los demás”.
Esta historia parece reflejarse en el Zoh"Baptism for the Dead in Early Christianity."ar de Exodo 58a, lo cual dice que cuando Moisés fue ar la montaña, " un cierto gran ángel, cuyo nombre, de acuerdo con la tradición, es Kemuel, y quién según esta es el jefe y guardián señalado sobre doce mil mensajeros, buscó herirle. Acto seguido Moisés abrió su boca y pronunció las doce letras del Santo Nombre que el Muy Santo le había enseñado en la zarza, y el ángel se fue de él para una distancia de doce mil parsangs. Y Moisés caminó por en medio de la nube, y sus ojos llameaban como carbones de fuego ".
Admitido en la Presencia de Dios
El objetivo final de pasar a los guardianes celestiales es entrar en la presencia del Señor, lo cual es logrado a través de pasar por las puertas o velos. En el Testamento de Isaac 6:4, leemos:
"luego ellos (los ángeles) me tomaron de la mano Y me condujeron delante del Velo del trono del Padre".
En el texto medieval llamado Sepher Hekhalot (Libro de los Templos Celestiales), se le enseña a Rabbi Ismael como presentarse en el velo a fin de entrar en la presencia de Dios.
Compare esto con un texto de Nag Hammadi, el Segundo Tratado del Patriarca Set 58:7-14, el cual nos presenta al Cristo resucitado diciendo:
"quienes de mi no se avergonzaron, no se vieron obligados a la vergüenza. Dado que no tuvieron miedo delante de mí, pasarán por cada velo sin temor y serán perfeccionados en la tercera gloria".
Una Nota Final
Como conclusión quisiera decir unas palabras a manera de resumen acerca de las enseñanzas del templo. Tanto el la antiguedad como en nuestros días, el ritual del templo siempre ha estado acompañado por enseñanzas cuya estructura pretende proveernos de compenetraciones adicionales.
Por ejemplo, el templo nos enseña cosas acerca de la creación y de nuestros primeros padres tal y como se encuentran en las Sagradas Escrituras. Al revisar el siguiente pasaje de un documento armenio, conocido como “Concerniente a la Creación de Adán y la Encarnación de Cristo nuestro Dios 14-31, usted debería pensar cómo se replantea la historia de la Caída en el templo comparada con lo que leemos en el libro de Génesis.
"Cuándo Adán se fue y paseaba en el huerto, la serpiente se dirigió a Eva y le dijo, "por qué comes de todos los árboles, pero de este un árbol que es bello en apariencia no saboreas"? Eva dijo, "porque Dios ha dicho, 'Cuando comieres de ese árbol, morirás.'"Pero la serpiente le dijo," Dios te ha engañado, pues anteriormente Dios fue un hombre como tú. Cuando él comió de este fruto, él logró esta gran gloria. Por esto es que él te dijo que no comas, no sea que comiendo te hagas igual a Dios ". Cuando ella oyó el consejo de la serpiente, ella quiso volverse divina. Ella próntamente escogió y comió de la fruta. E inmediatamente ella quedó desnuda, pues fue despojada de la luz.
Luego, Adán vino y vio a su esposa desnuda (Es decir que había perdido la luz que la cubría), y él le dio la vuelta y dijo, " Qué es lo que has hecho? ¿Por qué comiste de ese fruto y has quedado desnuda?” Eva dijo, " Este fruto es sumamente dulce y delicioso; Tu también deberías tomarlo y comer ". Ella quiso engañar a Adán, pero Adán dijo, "¿comeré y quedaré desnudo? Y Eva dijo, "comí demasiado y fui desnudada por ello. Tú come sólo un poco ". Adán dijo, " no lo probaré y no creo que me guste. Eva dijo, "aun si comes demasiado, no quedarás desnudo, porque Dios te ama. Cuando Adán oyó esto llevó él tomó la fruta en su mano, pero le dio miedo comer. Pero Eva lloró y le rogó y dijo, " Come y no me separé de tí. Si vivimos, cohabitemos (vivamos juntos), y si morimos, muramos juntos ". Ahora bien, Adán a fondo examinó el fruto en su mano por espacio de tres horas. Ahora él quería comerlo, y luego él no quería hacerlo. Pero cuando él miró las lágrimas y el sufrimiento de su mujer, él tuvo compasión en su corazón. Cuando él vio su desnudez, a él le dio miedo comer. Cuando él vio su belleza, él se volvió tonto. Si bien ella fue desnudada, ella fue no obstante era bella porque ella había sido recién creada y ella refulgía como una perla blanca. Pero Adán, por su amor a su mujer, no pudo refrenarse y él comió de la fruta y se despojó a sí mismo de la luz.