viernes, 26 de marzo de 2010

Jose Smith: "El Significado de la Palabra Crear"

Fuente : "Las Enseñanzas del Profeta Jose Smith".-Compilacion de Joseph Fielding Smith
El Significado de la Palabra Crear.-Si preguntamos a los sabios doctores por qué dicen que el mundo fué hecho de la nada, ellos nos contestan: ¿No dice la Biblia que Dios creó el mundo? Y concluyen, por la palabra crear, que debe haber sido hecho de la nada. Pero la palabra crear vino del término hebreo baurau, que no significa crear de la nada, sino manifestar, dar forma, organizar, así como un hombre organiza los materiales y construye un barco.
De manera que podemos deducir que Dios tenía a su disposición los materiales para organizar el mundo de todo aquel caos, es decir materia caótica, que es elemento, y en el cual mora toda gloria.5 Los elementos han existido desde que nosotros tuvimos existencia. Los principios puros de los elementos son principios que jamás pueden ser destruídos; pueden ser organizados, y reorganizados, mas no destruidos. No tuvieron principio, y no pueden tener fin.

Los elementos son eternos. Lo que tiene principio ciertamente tendrá fin; un anillo, por ejemplo, no tiene principio ni fin: lo cortamos para que haya un lugar donde empezar, y al mismo tiempo tenemos un lugar donde termina.

Una llave: Todo principio que procede de Dios es eterno, y cualquier principio que no es eterno, es del diablo. El sol no tiene principio ni fin; los rayos que de él proceden no tienen límites, consiguientemente, son eternos.

Así es con Dios. Si el alma del hombre tuvo principio, seguramente tendrá fin. La traducción "la tierra estaba desordenada y vacía" debería ser "vacía y desolada". La palabra "crear" debería ser "formar" u "organizar".

Respaldo Cientificos :El concepto del Profeta sobre este tema de la creación ha sido abundantemente corroborado por los hombres instruidos que han vivido después de él



El distinguido profesor Baden-Powell de la Universidad de Oxford, por ejemplo, en un artículo que escribió para la Cyclopedia of Biblieal Literature (Enciclopedia de Literatura Bíblica) de Kitto, dice lo siguiente: "El significado de esta palabra (crear) comúnmente se ha asociado con el concepto de hacer algo de la nada. Pero si deseamos escudriñar con más exactitud el tema, por supuesto, sólo quedaremos satisfechos en cuanto al significado cuando examinemos la frase original." El erudito profesor entonces explica que se emplean en distintos lugares tres diferentes verbos hebreos que se refieren al mismo hecho divino, y pueden ser traducidos, respectivamente, "crear", "hacer", "formar o constituir". "Aunque en cada una de estas voces hay una pequeña distinción—sigue diciendo el profesor—es casi tan perfecta su sinonimia, según los mejores críticos, que en lo que respecta a la idea de hacer algo de la nada, por lo menos, es poco, si acaso lo hay, el apoyo que para esa doctrina se puede inferir del primero de estos términos. Y por supuesto, si no hay fundamento o apoyo para la doctrina, en la primera de estas palabras, a saber, el verbo que ha sido traducido por "crear", entonces hay menos probabilidad de que haya

fundamento para la doctrina de crear algo de la nada, en el verbo que ha sido traducido "hecho", "formado" o "constituido".

El ilustre profesor añade: "El concepto de que 'creación' significa absolutamente hacer algo de la nada, o dar existencia a lo que no existía antes, en el sentido más preciso de la palabra, no es doctrina de las Escrituras; pero muchos la han sostenido apoyándose en la teología natural, porque pone de relieve las ideas que nos formamos del poder divino, y más especialmente en vista de que una opinión contraria debe inferir la creencia de que la materia es eterna y de sí existente."



Los filósofos apoyan la proposición del Profeta con el mismo énfasis.
Herbert Spencer en su obra, First Principies (Los Primeros Principios) (1860) dijo:
"En un tiempo fué universalmente común la noción de que una cosa podía desaparecer en una nada absoluta, o aparecer de una nada absoluta . . Ha influido de una manera palpable en la religión del día, en sus enseñanzas concernientes al principio y el fin del mundo . . La acumulación gradual de los experimentos lentamente ha tendido a corregir esta convicción, hasta que hoy, la doctrina de que la materia es indestructible es conocimiento común. Ante un conocimiento mayor, han desaparecido, una por una, todas las pruebas aparentes de que algo puede resultar de la nada. Se ha comprobado que el cometa, que repentinamente se descubre en los cielos, y noche tras noche aumenta en tamaño, no es un cuerpo recién creado, sino un astro que hasta hace poco no alcanzábamos a ver. La nube que en el término de unos cuantos minutos se forma en el cielo, no se compone de una substancia que comienza a existir, sino de una substancia que ya existía previamente en una forma más difusa y transparente. Igual cosa sucede con un cristal o un precipitado, respecto del fluido que lo deposita. Por otra parte, la aparente aniquilación de la materia resulta ser, mediante una observación más minuciosa, sólo un cambio de estado. Se ha descubierto que el agua evaporada, aunque se ha tornado invisible, puede hacerse volver a su forma original por medio de la condensación. La escopeta que es disparada ofrece evidencia de que aunque la pólvora se consume, en lugar de ella aparecen ciertos gases, que al dilatarse, han causado la explosión."


En su Cosmic Philosophy (Filosofía Cósmica) Juan Fiske, que vivió algunos años después de Spencer, compendia el asunto en estas palabras: "Hoy es inconcebible que una partícula de materia llegue a existir espontáneamente, o deje de tener existencia."


Roberto Kennedy Duncan (1905) en su libro New Knowledge (Conocimiento Nuevo) dice: "Hay una grande ley fundamental que gobierna la materia en toda su variedad de formas, y que hasta ahora ha sido inflexible en su carácter. Esta ley, conocida como la ley de la conservación de la masa, declara que ni una sola partícula de materia, por pequeña que sea, puede ser creada o destruida. Ni el rey más poderoso con toda su potencia puede destruir un alfiler. Podremos aplastarlo, disolverlo en el acido, quemarlo en un horno eléctrico, en una palabra, emplear todas las agencias destructoras, y sin embargo, ese alfiler persiste en existir. Además, es tan imposible crearlo como destruirlo. En otras palabras, no podemos crear algo de la nada. Debe proveerse la materia para todo artículo que vaya a existir. La suma de la materia del universo es x libras, y aunque pase por millares de formas, al fin de todo, no pasa de x libras." —Notas del hermano B. H. Roberts.

El renombrado Diccionario Bíblico del doctor Guillermo Smith (editado por Hackett en 1894) no contiene ningún artículo sobre el término "crear" o "creación", pero en el artículo "tierra" hallamos referencia al tema, y realmente la explicación, por inferencia, de porqué la obra no contiene ningún tratado sobre "crear" o "creación." Dice así: "El hecho mismo de la creación, cual se halla en el primer capítulo de Génesis, es un tema que sobrepuja en gran manera la experiencia del hombre; el lenguaje humano, que como originalmente ocurrió, se deriva del mundo sensible y material, no puede hallar un término adecuado para describir el hecho; porque nuestra palabra 'crear' y el hebreo bara, aunque adecuadamente expresan la idea de una creación original, sin embargo, pueden aplicarse, y por fuerza se aplican a otras formas de creación; y los aditamentos de expresiones, tales como 'de cosas que no eran' o 'de cosas que no se ven' no aumentan mucho la fuerza de la declaración. La falta de una palabra que pueda describir exclusivamente una creación original es debilidad necesaria del idioma; pues como los acontecimientos no ocurrieron sino una vez, el término correspondiente, para poder ser adecuado, tendría que haber sido inventado y reservado sólo para la ocasión, cosa que habría sido imposible."

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