miércoles, 14 de marzo de 2012

Cuatro Versiones Incas de la Leyenda del Dios Blanco / parte 2 de 3

Parte 2 de 4

El Dios "Viracocha"

por Kirk Magleby

Pedro Sarmiento de Gamboa fue un navegante y escritor español, que era capitán en el ejército de su país.

Mientras se encontraba estacionado en Cuzco, Perú, recibió del virrey Francisco de Toledo la orden de recopilar una historia de los incas. Sarmiento de Gamboa convocó a los hombres sabios más viejos que había en esa capital de los incas y habló con ellos, uno a uno, personalmente; luego comparó sus declaraciones, sacó sus propias conclusiones y escribió parte de la historia que se le había solicitado.

Su manuscrito llevaba el título Historia de los lncas,~Segunda Parte de La Historia Llamada Indica, y fue el segundo tomo de una gran obra que originalmente se pensó publicar en tres volúmenes. Sin embargo, el manuscrito inédito permaneció bajo custodia de los reyes españoles durante muchos años, siendo finalmente vendido a la biblioteca de la Universidad de Gotinga, en Alemania, donde fue descubierto y finalmente publicado en Berlín, en 1906. La versión que da Sarmiento de Gamboa sobre la leyenda del dios blanco aparece a continuación:

"Todos concuerdan en que la creación destas gentes la hizo el dicho Viracocha, el cual tienen noticia que fue un hombre de mediana estatura, blanco y vestido de una ropa blanca a manera de alba ceñida por el cuerpo, y traía un báculo y un libro en las manos. Y tras esto cuentan un extraño caso, que, como después quel Viracocha crió todas las gentes, viniese caminando, llegó a un asiento donde se habían congregado muchos hombres de los por él criados . . .

"Viracocha prosiguió su camino, haciendo sus obras e instruyendo las gentes criadas . . . V quiriendo dejarla tierra del Pirú, hizo una habla a los que había criado, avisándoles de cosas que les habían de suceder. Les dijo que vendrían gentes algunas que dijesen que ellos eran el Viracocha, su Criador, y que no los creyesen, y quel en los tiempos venideros les enviaría sus mensajeros para que los amparasen y enseñasen. Y esto dicho, se metió con sus dos criados por la mar, e iban caminando sobre las aguas, como por la tierra, sin hundirse."

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